La formula correcta para el agua de vida: H2O + CO + CO.
El aceite de coco, por
sus magníficas propiedades, por ser beneficiosas para el ser humano y
por tener una impecable estabilidad a las altas temperaturas, durante
unos años se usaba masivamente en la industria alimentaria, sobre todo
en la bollería y en las comidas prefabricadas.
La producción de Aceite de Coco,
proviene normalmente de agricultura ecológica tanto en su cultivo como
en su tratamiento y con cosecha manual. Por eso, el coste de este aceite
es tan elevado.
Durante
la segunda guerra mundial, la producción de coco se redujo
drásticamente, disminuyendo así su uso. Pasada la guerra, los
fabricantes empezaron a comercializar alternativas del aceite y así
nació el aceite poliinsaturado. Este motivo hizo clasificar al aceite de
coco por aumentar el colesterol en las personas y provocar enfermedades
cardiacas. Se eliminó el consumo de Aceite de Coco, y se etiquetaron como “aceites saludables para el corazón” los nuevos aceites vegetales refinados.
A diferencia de los aceites refinados vegetales (han pasado por procesos químicos), el Aceite de Coco suele encontrarse como Aceite Extra o puro, con mucha facilidad.
No hay que confundir el aceite de coco,
con el aceite de palma. Estos dos aceites provienes de la misma planta
pero se extraen de manera diferente y no tienen nada que ver uno con el
otro. El Aceite de Coco se extrae de la pulpa blanca del coco y el aceite de palma de otras partes del coco.
Propiedades de Aceite de Coco
El
Aceite de Coco se compone casi al 90% de grasas saturadas. De estos
ácidos grasos, aproximadamente el 45% es ácido laúrico (el único
alimento que contiene más ácido laúrico es la leche materna). Lo
componen otros ácidos grasos, el palmítico, el esteárico, el mirístico,
el caprílico, entre otros.
El
Aceite de Coco está líquido en temperaturas superiores a 25ºC, con
temperaturas inferiores se solidifica. Lo bueno de esto, es que sus
propiedades no se alteran al pasar de estado líquida a sólido. Al estar
sólido es de color blanco y al volverse líquido se vuelve amarillento.
Su acidez está por debajo del 2%.
Usos del aceite de coco
El
aceite de coco tiene una amplia tradición culinaria en Asia. Ahora
bien, este ingrediente ha llegado a occidente para quedarse.
Precisamente por su vinculación con Asia, las recetas más comunes que
se pueden preparar con aceite de coco son la tipo wok. No obstante, el
aceite de coco cada vez tiene más aplicaciones culinarias. Así, podemos
emplearlo para preparar platos de arroz, pasta, setas, verduras a la
plancha. También podemos usarlo en crudo para aliñar ensaladas y
utilizarlo en repostería para darle un toque especial a nuestras
galletas, bizcochos o tartas. ¿Te gustan los smoothies o batidos?
Entonces descubrirás un nuevo mundo de posibilidades. Y es que, el
aceite de coco se puede emplear perfectamente como base de muchos de
estos batidos.
Junto
a su uso en la cocina, el aceite de coco también se puede emplear con
un fin estético-saludable. Agracias a sus propiedades hidratantes y
tonificantes, es utilizado a menudo para tratamientos de belleza tanto
para la piel como para el cabello.
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